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domingo, 18 de mayo de 2008

De Spankee a Sumisa

Yo creo que hay dos tipos de sumisas, las que nacen sumisas y las que evolucionan a la sumisión. Yo soy del segundo grupo. Nací spankee, mi afición al spanking se remonta a los tres años cuando tuve mi primer encuentro con una escena en una película. Desde entonces, el spanking ha rondado mi mente hasta el punto de que, siendo adolescente, jamás pude masturbarme imaginándome otra escena en la que yo no estuviese siendo nalgueada, o azotada con una correa.

Cuando descubrí que lo que me gustaba tenía nombre, también descubrí que existía algo mayor: el BDSM. Como en la red no abundaban los relatos de sólo spanking, comencé a leer los de dominación y sumisión y la gran mayoría de ellos más que gustarme me asustaban, y algunos, incluso me daban asco.

Sí había cosas del intercambio de poder que me excitaban y es obvio; como spankees cedemos el poder a nuestro spanker para que él ejerza la disciplina, en caso del spanking disciplinario. Hablo de spanking disciplinario porque para mí el spanking erótico nunca existió. Si bien me causa placer, en mi opinióm, un castigo debe ser dado por una falta real acordada por las partes, las nalgadas sólo por el placer de las nalgadas no me interesaba. Pero volviendo al tema, ya el simple hecho de colocarnos sobre las rodillas de nuestro spanker voluntariamente para recibir una tunda, o irnos al rincón y quedarnos mirando a la pared, es un acto de sumisión, aunque ya lo veamos normal y como parte esencial del spanking.

Para los spankos, el BDSM se perfila como un mundo tétrico, horrible, lleno de dolor y humillación y no le vemos el placer por ninguna parte. Lo hemos estigmatizado por la falta de información. Porque nos basamos en los relatos que leemos o en los videos que vemos y simplemente lo catalogamos como algo horrible. Tendemos a pensar… el spanking es una cosa… pero “eso” (refiriéndonos al BDSM) es para locos”. Sir Williams, un Amo argentino, explica en su entrada ¿Por qué ser Sumisa? que “La mala prensa que se ha gestado en torno al Bdsm, se debe en alguna medida al desconocimiento. Muchas veces escucho o leo a gente opinar sobre lo "tétrico y cruel" que es nuestro "mundo" con total ignorancia de que se trata y sin la menor experiencia en el tema. También se debe a que basan su opinión en relatos, clips, fotos, que amén de ser representaciones ficticias y fantasiosas que no siempre se condicen con la realidad, son en su gran mayoría prácticas irrealizables en el mundo en que vivimos”.

Como spankee, siempre pensé que una sumisa no tenía voluntad, que perdía su identidad al convertirse en sumisa y no tenía más opción que obedecer a su Amo en lo que él quisiera, estuviese o no de acuerdo. Para mí, la sumisa no tenía voz, ni voto, ni decisión alguna. Era sólo un títere que hacía lo que su amo le ordenaba sin chistar y su inteligencia, sus capacidades y sus deseos quedaban relegados a una celda en su mente en la que no podían salir.

Por eso cuando Rafa me habló de sumisión me asusté. Le dije que era absurdo, que jamás llegaría a eso. “Eres sumisa” me contestó, como si fuese lo más obvio del mundo. Me dijo que no me asustara, que la sumisión no era lo que yo me había imaginado, que el BDSM es lo que el Amo y la sumisa quieren que sean y que no había nada de qué asustarse (Como si no asustarse ante eso fuese tan sencillo).

La línea entre el spanking y el BDSM es muy delgada y una spankee puede cruzarlo y zigzaguear de un lado a otro sin darse cuenta (como bien lo describía gavi, una spankee del grupo de yahoo Nalgadas y Azotes). Ahora que lo veo desde este lado (del lado de la sumisión) me doy cuenta que yo lo hacía aunque no me daba cuenta por considerarlo normal dentro del spanking. La primera orden que me dio Rafa: mantener mi vello público depilado completamente. Y después de esas vinieron muchas más, arrodillarme para pedir perdón, besar su mano, su correa, el cepillo o lo que sea que hubiese usado para castigarme como forma de agradecimiento, poco a poco fue introduciendo humillaciones, como el de llamarme perra u obligarme a hacerle sexo oral cuando él quisiera (que nunca fue realmente una obligación porque lo hacía con gusto).

El momento más claro de mi sumisión sin saberlo, y me doy cuenta ahora, fue poco antes de que me hablara de sumisión. Habíamos hablado previamente y le había comentado que me parecía súper humillante que me acabaran en la cara. Si bien no me importaba tragarme su semen, el sólo pensar en sentir su semen en mi cara me hacía sentir humillada, como si fuese una prostituta o una actriz de película porno. Lo habíamos hablado y pensé que lo había entendido. Unos días después, mientras estaba arrodillada frente a él haciéndole sexo oral y sabiendo que le faltaba poco para acabar, lo sacó de mi boca y comenzó a masturbarse. Mi impresión fue inmediata… sabía lo que iba a hacer y al mismo tiempo no podía creer que estuviese haciendo. Una mezcla de sensaciones se dieron instantáneamente en mi interior… la vergüenza se confundió con un sentimiento de excitación que nunca supe de donde salió y, aunque pude haberme parado y haberme negado no lo hice. Simplemente me quedé ahí esperando lo que pensé que jamás iba a aceptar y que en ese momento me humillaba, pero me excitaba a la vez.

La sensación fue indescriptible, superar un límite (o algo que creía que era un límite pero no lo era) es como una liberación, una liberación de sexualidad y de mí misma, una liberación de los prejuicios que tenía y que me permitieron abrir las puertas a un mundo nuevo de sensaciones que desconocía. La humillación puede causar placer… para mí era impensable ¿cómo algo que causaba en mí tanto rechazo un momento, al siguiente podía causarme placer?

No fue sino hasta mucho después cuando Rafa me habló de sumisión. Entre todo lo que se me pasaba por la cabeza conocí a Amo Amadeus y con él a su maravillosa página Mansión Amadeus. Amo Amadeus llegó a mi vida en el momento indicado para guiarme y orientarme en la tormenta de ideas que pasaban por mi cabeza. El respeto que siempre me demostró y su forma tan sencilla con que me explicaba las cosas y a la vez llenas de experiencia y sabiduría (al menos comparado conmigo que no sabía nada) fueron calmando mis nervios poco a poco. ¿Cómo una persona tan amable, respetuosa y simpática podría ser capaz de hacerle daño a alguien? Porque yo veía a los Amos como personas sádicas, que no respetaban a las sumisas ni sus sentimientos y opiniones. Me habló de la Mansión y empecé a leer los artículos en la biblioteca.

La Mansión, tiene un sistema de niveles. Los visitantes tienen un nivel 0 y sólo pueden leer los artículos básicos de la biblioteca. Luego al registrarse se pasa al nivel 1 donde se pueden acceder a nuevos artículos y al leer y participar se van sumando puntos que van subiendo el nivel y por ende se podrá acceder a nuevos artículos, siempre de acuerdo al nivel de experiencia que se tenga. Todo esto con la intención de que ningún curioso se salte a las partes más especializadas sin haber pasado primero por la información básica y termine asustándose (como nos ha pasado a los spankos). A pesar de que la Mansión está en construcción y faltan muchas cosas todavía, la información que existe es muy buena para comenzar a introducirse en este mundo, en especial para una sumisa sin experiencia o, como yo, una spankee curiosa. Ok… se acabó la publicidad…

Poco a poco fui leyendo e informándome, no sólo en la Mansión sino en otras páginas. Al mismo tiempo AnitaK[SW] comenzó su transición a sumisa con Sir Williams y decidió plasmar su progreso en su nuevo blog Aprendiendo sumisión tras los pasos de mi amo, lo cual me ha permitido drenar a través de sus experiencias, mis temores y sentimientos.

Ahora, todavía principiante pero con un poco más de información sé que estaba equivocada con respecto al BDSM. No es un mundo “tétrico y cruel” como me lo imaginaba. Y también me di cuenta que la sumisión no es la pérdida de identidad y de voluntad como pensaba, porque es la propia voluntad de la sumisa la que la lleva a cederle el poder a su Amo. Lo hace porque ella así lo ha decidido y su identidad se define por el placer que le causa ser sumisa.

Al principio, y se lo dejé a AnitaK[SW] en un comentario, pensaba que mi voluntad me llevaba a la sumisión porque mi mayor deseo era complacer a mi Amo y en complacerlo a él encontraba mi placer. También le decía que eso me daba mucho miedo, pero no miedo a sentirme sumisa, sino el hecho de que no me daba miedo. Sin embargo, ahora que tengo claro lo que significa la sumisión para mí me doy cuenta de que mi placer no sólo se consigue al complacer al Amo, sino que también se consigue al liberar la sexualidad de los prejuicios y tabúes. Superar límites crea una sensación de libertad indescriptible y absolutamente satisfactoria.

Así que he descubierto que soy sumisa, y con esto no quiero decir que deje de ser spankee, porque he descubierto también que hay sumisas que no son spankees y no disfrutan de las nalgadas y los azotes como yo. Y al mismo tiempo he descubierto que Rafa no es mi Amo por el hecho de que lo ame y quiera complacerlo en todo. No todavía.

Entregarse a alguien como sumisa es un compromiso muy grande. Ayer le decía a Amo Amadeus que cómo podía llamar Amo a alguien sin entregarme completamente a esa persona. Su respuesta fue: “Me encantaría saber que estuviste haciendo tanto tiempo como spankee”. Para ser sincera, en un principio lo consideré una afrenta a mi condición de spankee, pero luego comprendí que, al igual que una spankee es muy difícil entender el BDSM, para un Amo también es muy difícil entender el spanking sin BDSM.

Todo llega en el momento en el que tiene que llegar y supongo que no puedo decir que el haber descubierto mi naturaleza a los 23 años es bueno o malo, unos lo descubren antes, otros después… lo importante es descubrirlo, explotarlo, vivirlo, experimentarlo y dejarse llevar por todas las maravillosas sensaciones que trae consigo.


9 comentarios:

Camaleon72 dijo...

Hola Ale,
Es muy respetable tu punto de vista, he leído atentamente este post y quizá lo único que no me gusta es que se siga considerando a la sumisa como una evolución de la spankee... para mi son dos cosas muy distintas aunque tengan cosas en común... Por lo demás me gusta tú estilo de escribir chiquilla... Felicitaciones !!!
Yo soy spanko 100% jejeje
Besos

alespankee dijo...

Hola Mauri... sé a lo que te refieres... quizás no lo aclaré en el post... dije evolución, porque no encontré otra palabra para definirlo... quiero decir una transición de spankee a sumisa.. pero creo que no existe la palabra transicionado.

Te pido perdón a ti y a todos los que se hayan sentido ofendidos.

alespankee dijo...

Por cierto, se me olvidó destacar que al final aclaro que una spankee puede no ser sumisa y una sumisa puede no ser spankee

Camaleon72 dijo...

jejejeje Ale, bueno ya te lo he aclarado en privado, no es que me sienta ofendido, pero si creo que spankee y sumisa son diferentes, pero no considero a la segunda un escalafón más alto que la primera, es una manera de definirlo... en fin Ale, tú me caes super bien Ok... Besitos guapa

Anónimo dijo...

Hola chicos, la verdad yo tambien pienso que se puede ser o uno o lo otro, pero las spankees no cedemos el poder¿? no nos convertimos en sumisas en cierto punto sin serlo¿? la verdad es demasiado fina la linea divisoria, y es como dices Ale, se puede zigzaguear sin darse cuenta..

Ademàs, si de transicion se hablara, como podriamos interpretar tu aceptacion a situaciones jamas pensadas¿?, mera complacencia no creo..

Yo soy spankee 100% hasta la muerte, pero con demasiada curiosidad por el BDSM, pero como que no me dan las agallas.. o ciertamente como dices, es darle demasiado poder a alguien, y no es a cualquiera a quien puedes darselo..

Caroll..

Anónimo dijo...

Hello, Alejandra:

Tengo un blog de spanking. Si lo deseas, podemos intercambiar vinculos.

Saludos

===Ben===

Sir Williams dijo...

Ale, me encantó tu post, aunque no estoy de acuerdo en todo, pero cada quien lo vive a su manera. Como fui Spanker 30 años y ahora Dominante, conozco los 2 lados, aquí no puedo ni debo hacer una larga explicación, pero lo resumiré muy fácil: todas son sumisas (las spankees, las sumisas, las esclavas, hasta las kajiras) pero con diferencias de grados, gustos, límites y cesión de poder.
Besos, y tiene razón Rafa, el Bdsm es lo que cada pareja quiere que sea.

Sir Williams

inner_turbulence{SAL} dijo...

Alejandra, hola!

Me encantó este post :o)

Quisiera darte la bienvenida al mundo de la sumisión, diciéndote que actúes siempre con mucho respeto a tí misma, que es lo principal para poder entregarte con sinceridad y devoción. Y desearte mucha suerte en la búsqueda de tu Señor.

Por otro lado, creo que la conjunción de ser spankee y sumisa a la vez es hermosa. Es también mi caso, y lo disfruto muchísimo.

Te mando abrazos!! y mi apoyo en este nuevo camino :o)

inner_turbulence{}

Anónimo dijo...

No sabes cuánto te agradezco este post... me has abierto los ojos. Gracias

ahora sé que soy sumisa al cien por cien, innegablemente

Gracias

besitos de

ALquimia