¿A cuántosnos ha pasado que estamos en busca de algún indicio de que las personas que nos rodean tienen los mismos gustos que nosotros? Quizás para no sentirnos solos en el mundo o para compartir una conversación con alguien con quien compartes una amistad más allá de esto. Supongo que en mi caso, lo busco porque nunca he conocido a nadie que le guste este mundo por casualidad, sino a través de Internet.
Tengo que decir que donde trabajo somos pocas personas ,y siempre he dicho que yo trabajo con puros locos. Ellos dicen que por eso yo estoy en el equipo… porque yo también estoy loca. Quizás es cierto. El caso es que mis compañeros de trabajo son todos increíbles y un poco excéntricos. Quizás por eso es que, aunque yo soy la menor, me siento cómoda hablando con cualquiera de ellos porque siempre me han tratado de maravilla. En fin… el caso es que siempre he pensado que si alguien pudiese entender mi estilo de vida, serían ellos.
Más de una vez hemos tenido conversaciones superficiales sobre el tema sexual y sobre diversos gustos, el dolor, etc… y la respuesta siempre ha sido positiva. Claro, nunca salió el tema del Spanking o el Bdsm. Había escuchado frases como “unas nalgadas de vez en cuando son divinas”, o dando a entender lo que una canción de Caramelos de Cianuro expresa “El placer siempre es mejor cuando hay dolor”. Eso me daba la impresión de que no estaba hablando con simples vainillas. ¿Quizás spankos que no se han descubierto? Creo que hay mucha gente dormida que nunca ha entrado a Internet a buscar “spanking” en Google y ver que hay todo un mundo que trata el tema y que incluso hay terminologías especiales para el tema.
Pero lo que ocurrió hoy fue toda una revelación de tal magnitud que no podía esperar para contarla, así que he escrito esto durante mi hora de almuerzo (para que Don Tino no diga que yo no trabajo).
Hace un rato, una de mis compañeras estaba quejándose por algo que ahora no viene al caso y armó un pequeño berrinche fingiendo ser una niña chiquita llorando. Uno de mis compañeros se levantó, se llevó la mano al cinturón y empezó a desabrocharlo preguntando “¿Tú quieres una razón para llorar?” y se lo sacó. ¡Yo no lo podía creer! Aunque todo era una broma, era como ver partes de mis fantasías reflejadas en la vida real. Lo mejor de todo fue verlo doblando el cinturón y haciéndolo sonar mientras la otra le decía… “Honestamente, tengo que decirte que eso me excita. A mí nunca me pegaron”.
Yo creo que mis ojos y mi boca se abrieron y la típica risa nerviosa de cuando no sé qué decir ni cómo reaccionar me descubrieron. Aunque para ella no era nada nuevo. Varias veces hemos hablado sobre cosas específicas… ya le había explicado el término vainilla o el significado de las siglas BDSM, ya que siempre está interesada en aprender nuevas cosas como buena escritora.
Vamos a ver si, ahora que tiene el link del blog,cosa casi instantánea después de la pequeña conversación que siguió a la pequeña escena, alguno de ellos se anima a colaborar en el blog como representantes del Spanking Erótico, porque aquí siempre hemos sido disciplinarios.