Tabúes de un estilo de vida alternativo

Desde que el hombre aprendió a vivir en sociedad han existido los tabúes y, con esto, la necesidad del ser humano por regular su conducta en sociedad y de juzgar al prójimo. Pareciera que el vivir bajo reglas, algunas establecidas, algunas llamadas leyes, otras de carácter más tácito, nos hacen sentir seguridad como especie y sobre todo nos dan tranquilidad.

Imagino mi querido lector(a) que se estará preguntando que demonios tiene que ver este argumento con el Spanking, BDSM o cualquier otro estilo de vida alternativo y pues la respuesta es muy simple:

Tiene que ver con TODO!!!

La mayoría de nosotros, Amos, Amas, sumisos, sumisas, spankers, spankees, etc., vivimos con cautela, tenemos cuidados de ser discretos acerca de nuestros gustos y mantenemos en secreto nuestro estilo de vida. La razón es muy sencilla nos atemoriza el juicio de una sociedad vainilla que simplemente no entendería el porqué somos como somos, y probablemente nos atacaría, ridiculizaría o rechazaría por ser como somos y vivir como vivimos.

Es así como nos ocultamos de una sociedad vainilla que juzga con suma dureza lo que no considera "normal"; así como juzga a los homosexuales, travestis, swingers, fetichistas, etc.

Enfermos sexuales, depravados, pervertidos, serían fácilmente adjetivos para describirnos y esto para personas que viven relaciones seguras, sanas y consensuadas sencillamente es intolerable e inaceptable...

Ahora ¿Qué sucede cuando este tipo de juicios no vienen del mundo vainilla hacia el nuestro, sino que las mismas personas que se hacen llamar tolerantes, de pensamiento abierto y critican a quien los juzga, se atreven a emitir juicios sobre el comportamiento de otro spanko o
Bdsmero?,¿Qué sucede cuando al no entender una actitud o comportamiento decido criticar y menospreciar la forma de pensar de otro dentro de nuestro mundo?

• ¡Qué asco le gusta la lluvia dorada!

• ¡Qué demente le gusta azotar con la vara!

• ¡Está casada y se busco un Amo!

• ¡Es un enfermo le gusta que lo azoten y lo vistan de mujer!

• ¡Es una idiota acepta que su Amo tenga otra sumisa!
  

Son comentarios que he leído en blogs, foros y chats, en donde un spanko o bdsmero critica y juzga a otro, sencillamente porque una practica no le agrada o simplemente excede alguno de sus límites, como si los seres humanos fuéramos construidos a partir de un mismo
molde o como si mis opiniones o creencias tuvieran el derecho o el deber de definir la vida de los demás.

Esta reflexión tiene días dandome vueltas en la cabeza y les confieso que me hace sentir tristeza y la necesidad de enviar un mensaje que ya todos conocemos...

Recordemos que vivimos un estilo de vida que se basa en lo CONSENSUADO y en donde a algunos le gusta el color rojo y a otros el amarillo, pero en donde una pareja tiene derecho de hacer y vivir su sexualidad como le parezca y como decida sin opiniones de terceros, ni jueces y jurados no requeridos.

Somos personas diferentes, quiénes compartimos gustos similares. Aun así siempre tendremos diferencias y debemos aprender a respetarlas, de esta manera seremos respetados como personas y seres humanos.

Un saludo a todos, disfruten su vida y busquen la felicidad, ya que está vida es lo que tenemos, y lo demás pues es otra cosa.

PD: También te amo linda y será tan maravilloso como piensas!!!

Gracias a Lilith por la foto ya que la robe de su galería!!!

Una fantasía de tres

Dos estudiantes esperan ansiosas en un salón de clases. Cuchichean entre ellas nerviosas y a la expectativa de lo que pueda ocurrir. La puerta se abre y entra un profesor con algunos instrumentos en las manos. Las alumnas entienden inmediatamente su destino y escuchan aterradas sus faltas y su respectivo castigo. Algún tiempo después salen ambas del salón de clase con los ojos rojos y sobándose la colita.

Así comenzó la fantasía de anexar a otra mujer a nuestros juegos hace ya más de un año. Desde el principio, una de las cosas que nos unió a Rafa y a mí fue la similitud de nuestras fantasías. Nos gustaban las mismas cosas, rechazábamos las mismas prácticas, pero sobre todo… teníamos las mismas ganas de experimentar cosas nuevas.

Cuando la relación fue evolucionando, las fantasías evolucionaron junto a ella. Al principio las fantasías variaban pero siempre dentro del ámbito del spanking, así fue cómo surgió el tema de una switch, que fuese castigada por Rafa, pero que a la vez me castigara a mí. Luego hablamos de la posibilidad de incluir el sexo en los encuentros, y en cuanto comenzamos a transitar el maravilloso mundo del Bdsm, nos planteamos tener sesiones con otras sumisas. Finalmente la posibilidad de que Rafa tenga otra sumisa.

Tocando el tema con varias personas me he encontrado siempre con el mismo prejuicio. ¿Cómo siendo, además de la sumisa de Rafa, su novia, puedo soportar la idea de que Rafa consiga placer a través de otra mujer que no sea yo? Yo no sé si es que carezco de una capacidad para celar a mi pareja propia de la mayoría de las mujeres, o simplemente que confío plenamente en Rafa y en mi relación con Él, pero para mí no representa ninguna amenaza el que otra spankee, sumisa o switch entre en nuestro círculo. Primero porque sería una experiencia de pareja – nunca me lo he planteado como algo aislado- y segundo porque Rafa y yo siempre le hemos dejado claro a todo el mundo que nos amamos.

No voy a negar que me da un poco de celos imaginar a Rafa excitándose por la visión y las acciones de otra mujer, pero tampoco puedo negar que la idea también me produce un morbo increíble. Imagino ver a Rafa ejerciendo Su autoridad ante otra persona, a otra mujer de rodillas ante Él, o las lágrimas en la cara de una spankee o sumisa producidas por el hombre que Amo, y cada una de las imágenes reproducidas en mi mente simplemente opacan los celos que puedo llegar a sentir porque, después de todo, es mi novio del que estamos hablando.

La confianza y la comunicación en una pareja son elementos básicos en el caso de que este tipo de situación se plantee. Rafa siempre me pregunta una y otra vez si estoy segura de que no me afectaría el verlo con otra mujer. Le preocupa mucho que me vaya a herir la situación, sin quererlo.

Rafa: Hay algo que necesito que entiendas... TE AMO y me dolería mucho más el hecho de que, como pareja, dejáramos de compartir nuestras fantasías y de luchar para hacerlas realidad, porque esa no es la clase de relación que tenemos, ni la clase de relación que quiero tener.