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domingo, 8 de febrero de 2009

Una fantasía de tres

Dos estudiantes esperan ansiosas en un salón de clases. Cuchichean entre ellas nerviosas y a la expectativa de lo que pueda ocurrir. La puerta se abre y entra un profesor con algunos instrumentos en las manos. Las alumnas entienden inmediatamente su destino y escuchan aterradas sus faltas y su respectivo castigo. Algún tiempo después salen ambas del salón de clase con los ojos rojos y sobándose la colita.

Así comenzó la fantasía de anexar a otra mujer a nuestros juegos hace ya más de un año. Desde el principio, una de las cosas que nos unió a Rafa y a mí fue la similitud de nuestras fantasías. Nos gustaban las mismas cosas, rechazábamos las mismas prácticas, pero sobre todo… teníamos las mismas ganas de experimentar cosas nuevas.

Cuando la relación fue evolucionando, las fantasías evolucionaron junto a ella. Al principio las fantasías variaban pero siempre dentro del ámbito del spanking, así fue cómo surgió el tema de una switch, que fuese castigada por Rafa, pero que a la vez me castigara a mí. Luego hablamos de la posibilidad de incluir el sexo en los encuentros, y en cuanto comenzamos a transitar el maravilloso mundo del Bdsm, nos planteamos tener sesiones con otras sumisas. Finalmente la posibilidad de que Rafa tenga otra sumisa.

Tocando el tema con varias personas me he encontrado siempre con el mismo prejuicio. ¿Cómo siendo, además de la sumisa de Rafa, su novia, puedo soportar la idea de que Rafa consiga placer a través de otra mujer que no sea yo? Yo no sé si es que carezco de una capacidad para celar a mi pareja propia de la mayoría de las mujeres, o simplemente que confío plenamente en Rafa y en mi relación con Él, pero para mí no representa ninguna amenaza el que otra spankee, sumisa o switch entre en nuestro círculo. Primero porque sería una experiencia de pareja – nunca me lo he planteado como algo aislado- y segundo porque Rafa y yo siempre le hemos dejado claro a todo el mundo que nos amamos.

No voy a negar que me da un poco de celos imaginar a Rafa excitándose por la visión y las acciones de otra mujer, pero tampoco puedo negar que la idea también me produce un morbo increíble. Imagino ver a Rafa ejerciendo Su autoridad ante otra persona, a otra mujer de rodillas ante Él, o las lágrimas en la cara de una spankee o sumisa producidas por el hombre que Amo, y cada una de las imágenes reproducidas en mi mente simplemente opacan los celos que puedo llegar a sentir porque, después de todo, es mi novio del que estamos hablando.

La confianza y la comunicación en una pareja son elementos básicos en el caso de que este tipo de situación se plantee. Rafa siempre me pregunta una y otra vez si estoy segura de que no me afectaría el verlo con otra mujer. Le preocupa mucho que me vaya a herir la situación, sin quererlo.

Rafa: Hay algo que necesito que entiendas... TE AMO y me dolería mucho más el hecho de que, como pareja, dejáramos de compartir nuestras fantasías y de luchar para hacerlas realidad, porque esa no es la clase de relación que tenemos, ni la clase de relación que quiero tener.

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