No hay que contar los pollos antes de nacer

Estaba tan feliz... cuando Rafa me dijo que ya no tenía la vara no podía creer mi suerte. Pero al parecer fue sólo una ilusión. Rafa encontró la vara y decidió vengarse por mi celebración por haberla perdido.

Dos tandas de nalgadas y 30 varazos en tandas de seis fue mi castigo por no comportarme de forma acorde a mi condición de sumisa. Aún me cuesta sentarme y los morados en la piel y una marca delgada en la parte alta de mis piernas dan fe de que no escatimó en severidad para dejar su punto bien en claro.

Sólo quería que supieran que la suerte está en mi contra :'(. >Así que Rafucho... no es necesario que te deshagas de tu otra vara porque no la necesitamos... ahh sí... el "abnegado" de Rafucho pensaba regalarle su vara a Rafa de navidad.

¡Odio la Vara!