Mi primer encuentro con la vara

He contado en los grupos y con las personas en el messenger esta historia tantas veces que se me había olvidado que no la había contado aquí. No fue sino hasta hace unos dias,que JC se quejó por no haber escrito qué pasó con la vara, que me di cuenta de mi olvido. De todas maneras ya Caroll les había dado un adelanto de cómo estuvo mi primer encuentro con la vara.

La idea de la vara fue de Rafucho, mejor conocido como rp.spank porque detesta que le digan Rafucho... pero no es mi culpa que se llame igual que Rafa. De alguna forma los tengo que diferenciar. En fin, hace meses me comentó que había comprado (o más bien le regalaron) dos varas de rattan. Él estaba en una carpintería y las vio tiradas en el suelo y no se le ocurrió una mejor cosa que hacer que llevarselas a su casa... ¿Por qué será que un spanko ve señales, instrumentos y hasta escenas de spanking en cualquier parte a donde vaya?

Cuando él me comentó eso, me pareció interesante y le dije que sería un buen regalo para rafa para el día del Spanking en 8 de agosto. Pero casualmente en esa fecha me topé con unos videos y unos comentarios muy feos con respecto a la vara. Me adentré un poquito más y decidí que mejor me alejaba de ese feo instrumento. El tiempo pasó y el cumpleaños de Rafa se acercaba y, como siempre, no sabía qué regalarle... ¿Cómo se supera un regalo como el del año pasado? Le comenté a Rafucho y él me recordó que aún tenía la vara. Obviamente yo le dije que lo olvidara pero él me amenazó con decirle a Rafa que había tenido la posibilidad de obtener una vara y la rechacé. No era necesario imaginar lo que diría Rafa si se hubiese enterado y esa imagen, junto con la presión de Rafucho (y debo confesar que también un poco de curiosidad) me llevó a buscar la bendita vara y además, de conocer en persona a Rafucho, que se ha convertido en el segundo spanko que conozco.

Tengo que hacer una mención especial porque Rafucho es una persona encantadora, súper elocuente y divertida. Siempre tiene una historia para contar y, para ser honesta, no me lo imagino serio regañando a una spankee (aunque tampoco me imaginaba a Rafa regañando a nadie cuando lo conocí). Me agradó mucho conocerlo y la verdad es que pasamos un muy buen rato. El tiempo pasó volando y fue muy agradable. Sólo conel hecho de ser tan simpático, se me olvidó que me estaba chantajeando.

En fin, efectivamente me dio la vara, y no me quedó más remedio que regalarsela a Rafa. A él le encantó el regalo aunque no lo pudo usar en ese momento sino para darme dos o tres varazos y con un jean puesto. Y se quedó guardada hasta el día antes de mi cumpleaños.

Ese día Rafa se apareció con la vara escondida dentro del pantalón. No sé cómo podía caminar ni subir las escaleras, porque obviamente tenia que doblar las piernas. El caso es que no recuerdo qué fue lo que hice que la sacó. Me dijo que me iba a dar seis azotes. Me ordenó colocar las manos sobre una mesa y arquear la espalda y luego por otra razón que no recuerdo (seguramente excusas bobas) me dio otros seis. Con cada azote mi cuerpo se retorcía y por más que me decía que no me moviera no podía hacerlo. Así que tenía que repetirme que volviera a la posición... como si eso fuera tan fácil.

Cuando pensé que ya se había acabado mi tormento, Rafa se puso a ver televisión y yo me conecté en el messenger a ver quién estaba. Me encontré a la traidora de Caroll que, después de contarle mi traumático encuentro con la vara y con toda su gracia... aún sabiendo que yo cumplía años al día siguiente y que no iba a estar en la ciuad porque tenía que viajar por trabajo se le ocurrió la brillante idea de decir que Rafa me debía dar tantos varazos como años que iba a cumplir.

Como Rafa estaba a mi lado y, de vez en cuando leía lo que estaba hablando, le pareció muy divertida la idea y, buscando alguna excusa barata terminó por darme los 12 azotes que faltaban para llegar a 24. Siempre en tandas de 6 y tocándome los tobillos (una posición bastante incómoda).

No voy a decir que la experiencia fue totalmente horrible, sin duda alguna toda la situación de disciplina que genera la vara es súper excitante y la imaginación vuela... pero los azotes duelen mucho :(. Y eso que Rafa no me azotó muy fuerte.

Como era la primera vez que Rafa usaba la vara tuvo mucho cuidado en medir la fuerza para no hacerme daño (o más daño). Además, a juzgar por los videos que he visto, la fuerza no se compara en absoluto con la usada en otros casos. A la media hora ya no quedaban rasgos de las tenues líneas rosadas que se formaron con los azotes.

Más de un mes pasó para que Rafa usara la vara otra vez... pero eso es otra historia con un contenido que va más allá del spanking y no sé si lo cuente en algún momento... pero si me preguntan si me gusta la vara... la respuesta es, sin duda alguna NO.